22 mayo 2013

me levantaba sola en la cama grande de mi bisabuela, pasaba por el baño, la sala de estar y finalmente llegaba al comedor diario, donde estaban mi bisabuela, y sus nietas adolescentes, todos riéndose a la mañana, ellas siempre se reían  se llevaban un año y durante toda mi infancia estuvieron en la edad del pavo, a veces sentía que se reían de mi.
me decían buen dia y mi bisabuela me daba un mate con liquido blanco, la primera vez me resistí  yo odiaba la leche y en el mate me parecía mas asqueroso aun, pero ella insistió y fue una de las cosas mas ricas que probé en mi vida, después nos sentábamos las cuatro alrededor de la mesa, en la sillas con almohadones de cuerina roja a desayunar contundente, mate cocido con leche y tostadas con manteca y dulce casero, hacia frio el el sol entraba por el ventanal del comedor diario, el ruido de la hornalla sonaba cuando había algún silencio, yo admiraba un poco a mis primas, eran castaño claras y compañeras, lindas. en sus casas tenias cajitas llenas de bijuterie, yo cuando iba las revisaba por completo cuando nadie me veía  el padre era el pintor mas prestigioso del pueblo y en el living arriba del hogar tenia una pintura de la chica afgana con cara de susto de ojos verdes, pintada con muy buena técnica me quedaba hipnotizada mirándola cada vez que iba. abajo de un sillón de ladrillos tenían un tesoro, unos muñecos estilo playmobil, pero otros, seguro los habían traído de algún viaje a españa, yo cada vez que iba le pedia a mi tia abuela que los saque, pero ella no quería  me metía bolazos, creo que me boludiaban bastante. eran gente muy católica, la familia nuclear estaba compuesta de siete personas, dos adultos, la hermana de mi abuela, su marido español, dentista y pintor y sus cinco hijos, de los cuales quedaron cuatro porque a uno lo mató un camión en la ruta cuando se iban de vacaciones a la playa, era el segundo, una historia horrible, yo no lo conocí, después de eso quedaron ellos seguramente bastante traumados y mas aferrados al catolicismo que nunca, algo escondían, cierta maldad, cierto desprecio a todo lo que no sea ellos, cierta burla.
a veces íbamos con mi mama en el 147 azul a quedarnos o a saludar, si hacia calor nos sentábamos en la vereda.
un día mamá solo pasó a saludar y yo me quedé en el auto, cuando volvió a subir me dijo "chiquita va a volver a votar a menem" y no dijimos mas nada.

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