las veredas con baldosas blancas me dejan ciega los mediodías soleados de primavera, no me gusta usar anteojos de sol y tampoco tengo, eso si, cuando paso por las ópticas los miro. también me gustaría que mi tía me regale los antiguos de ella.
hoy me encandile yendo al banco central, después cruce plaza de mayo para averiguar sobre las escuelas de magisterio a la central, mientras cruzaba la plaza me fui dando cuanta que la central era el colegio nacional de buenos aires y que había dando vueltas adolescentes pintados de muchos colores. mientras mas me acercaba a averiguar mis inquietudes, mas adolescentes coloridos me cruzaba, hasta que llegue al lugar del hecho y los adolecentes de colores eran mas de 200. claro hoy es un día viernes de fines de noviembre, se terminan las clases y lo celebran con cumbia, vino y huevos en el colegio mas prestigioso del país.
claro que no pude saber nada de lo que necesitaba porque formaban una maza poderosa que impedía atravesarlos, ni siquiera los hacían las profesoras o los cadetes mas forzudos. pertenecía al 5% de personas que estaban sin acrílico sobre el cuerpo y si avanzaba un poco me enfiestaba con ellos y no, no daba, era cualquiera.
retome mi ruta camino a plaza san martín y me puse a pensar en otras cosas.
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